Caminaba con mi padre, cuando él se detuvo en una curva y después de un pequeño silencio me preguntó:
- Además del cantar de los pájaros, ¿escuchas alguna cosa más?
Agucé mis oídos y algunos segundos después le respondí:
- Estoy escuchando el ruido de una carreta…
- Eso es, dijo mi padre. Es una carreta vacía.
Pregunté a mi padre: ¿cómo sabes que es una carreta vacía si aún no la vemos?
Entonces mi padre respondió:
- Es muy fácil saber cuándo una carreta está vacía, por causa del ruido. Más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace.
Me convertí en adulto hasta hoy, cuando veo a una persona hablando demasiado, interrumpiendo la conversación de todos, siendo inoportuna, presumiendo de lo que tiene, siendo prepotente y haciendo de menos a la gente, tengo la impresión de oír la voz de mi padre diciendo:
“Por cuanto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace”.
Una mirada de la humildad consiste en callar nuestras virtudes y permitirles a los demás descubrirlas. Y recordemos que existen personas tan pobres que lo único que tienen es dinero. Nadie está más vacío que aquel que está solo lleno del Yo mismo.
Seamos lluvia serena y mansa que llega profundamente a las raíces en silencio, nutriendo…
Fuente: Pura vida
sábado, 5 de diciembre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Adulto. Me suena esa palabra. je jeje je.
ResponderEliminarYo padre.
Yo adulto.
Yo niño.
Eric Berne.
Análisis Transaccional.
.
Espero verte pronto para que pueda descubrirte más virtudes...
Claves para estimular la humildad
ResponderEliminarLas claves para no caer en comportamientos que denoten falta de humildad o de modestia son:
Ser consciente de que se poseen virtudes, pero también defectos, y reconocerlos con total naturalidad sin menospreciarse por ello.
Diferenciar una crítica constructiva de un ataque injustificado y no dejarse amedrentar por reproches sin fundamente.
Saber qué lugar nos corresponde dentro de la familia, sociedad, etc., e intentar cumplir nuestra misión lo mejor posible sin pretender sustituir a otras personas.
Intentar en todo momento mejorar y superarnos sin dejarnos abatir por las adversidades.
Mostrar siempre nuestra auténtica cara sin máscaras ni disfraces.
Ser laboriosos e insistentes en nuestro intento de mejorar y crecer.
Amarnos a nosotros mismos y a quienes nos rodean para perdonarnos y perdonar los errores.
Ser delicados y tiernos con el prójimo.
Conservar la sencillez y accesibilidad que pueda ganarnos el respeto y cariño de quienes nos rodean.
Gracias por vuestros humildes y sabios mensajes
ResponderEliminar